Manolito

Emilio es un "escritor frustrado" que acaba de perder su trabajo y que, ansiando encontrarse como escritor, baja todas las mañanas al bar cargado de su portátil en busca de inspiración. Se hace un asiduo y poco a poco va conociendo a la gente que lo regenta de forma habitual y es allí donde conoce a nuestro protagonista, Manolito, un torero enano. Inicialmente, a penas se saludan, pero poco a poco va surgiendo una bonita amistad entre ellos e incluso éste último le desvela cómo ha sido su vida desde que nació y cómo luchó por conseguir sus sueños.

A decir verdad, no sabemos muy bien si el propio escritor ha llegado a inventar al personaje o si esto ha ocurrido en realidad, pero desde luego si por algo se clasifica esta novela/crónica es por la amistad entrañable entre protagonista y narrador. Las charlas de ambos son de lo más fructificante, Manolito se desahoga y recuerda buenos y malos tiempos, y Emilio empieza a ahondar en datos que bien le van a valer una nueva novela.

Me ha parecido una novela muy entrañable, Manolito ha tenido que lidiar desde muy joven con todo lo que suponía para la época el ser un enano, pero a la vez se ha encontrado con personas maravillosas que le han apoyado en los momentos difíciles e incluso con una serie de magníficas casualidades que le han brindado más de una oportunidad. En definitiva, se trata de una novela muy entretenida y diferente a todo lo que yo acostumbro a leer.