Un libro que me ha costado horrores avanzar con él. Lo venden como thriller pero es más una historia de obsesión con toques de novela negra. Ni siquiera puedo decir que sea romántico, porque de romántica no tiene nada esta pseudo-relación. El primer 30-40% del libro se lo pasa la autora desgranando la obsesión mutua de los dos protagonistas, y sólo a partir de entonces es cuando entra en materia con la trama que se supone es la principal. Ya una vez llegado a este punto, la trama engancha lo suficiente como para avanzar con el libro y al final me acabó gustando más de lo que preveía los primeros días de lectura. |