Ladrilleros está ambientada en un pequeño pueblo del norte argentino dónde la pobreza, el alcohol y el ambiente tórrido hacen que las pasiones estén a flor de piel. Tamai y Miranda , vecinos y ladrilleros, mantienen una historia de odio y rivalidad que trasmiten a sus hijos. Esos hijos Pajarito y Marciano, que nacieron, crecieron, fueron a la escuela y jugaron juntos, descubren que no pueden ser amigos La vida y la muerte les exigen ser rivales. Selva Almada construye una magnífica novela con un lenguaje duro y preciso, dónde no hay lugar para la metáfora y la belleza. |