Nunca sabemos quién encontrará a quién ni en qué momento. Aunque nos creamos a salvo, en el rincón menos transitado del mundo, el viento que arrasa los campos traerá hasta nuestra puerta las voces de lo desconocido. Hay quien vive en comunión con Dios; otros, con el entorno que respiran. A veces, ambas personalidades coinciden en la misma habitación y la lucha es inevitable. Creencias, maneras de vivir; lo que para unos es válido para otros no es más que palabrería. Entonces llega la tormenta y todo deja de importar. Porque el destino es un camino solitario que debemos emprender o dejar atrás. ***Descubrir a esta autora ha supuesto un antes y un después en mi universo lector. Escenario y personajes, como si estuviésemos ante una obra de teatro que no podemos dejar de mirar. Abro trilogía y me encanta. |