 |
Como Isabel Allende es una de mis escritoras favoritas, no me detuve demasiado en la sinopsis antes de devorar leer el libro; sabía que había españoles, un barco, exilios y poco más. La historia es cruda y hermosa, arranca en medio de la guerra civil española y termina no hace tantos años en Chile. No me molestó la abundancia de detalles históricos porque entiendo que su público es muy amplio y la mayoría no tiene idea del contexto. En la portada se representa al "Whinnipeg", barco que llevó a Chile a los españoles exiliados. La acción fue gestionada por Pablo Neruda y hasta ahí entendía su participación en la historia, pero me llamó la atención que los capítulos iniciaran con alguna frase suya (hasta el título lo es). Ella misma explica el porqué en una nota de infobae: "Actualmente es muy criticado por su vida privada, por el abandono de su hija y por haber admitido un par de violaciones en sus memorias. Con ese criterio, quedarían muy pocas obras libres de censura. Neruda era un hombre con muchas fallas personales, pero con inmenso talento poético. Creo que debemos separar la obra de la vida privada del autor." Una cosa no quita la otra... peeeeero: una cosa no quita la otra. Como comentaba al principio, soy fan y sus historias pueden gustarme más o menos, pero siempre me atrapan y me sumerjo en ellas atenta a esos detalles de su manera de contar que me encantan y al terminarla me quedó esa sensación de vacío-llenura que provoca una historia bien contada que no deja cabos sueltos. |
>
