L'amant japonés (El amante japonés) cayó en mis manos en un momento de dolor y complicidad. Es un libro del que siempre oí hablar bien y mi primer pensamiento fue que era una lástima leer a Isabel Allende traducida no al catalán si no a cualquier lengua. ¡Que equivocada estaba! Soy bilingüe y puedo asegurar que la traducción de este libro es una joya y que lo he leído de un modo tan natural, que he olvidado completamente que esta no era su versión original. El amante japonés es una ventana a a la vida de Alma Belasco, originariamente Mendel, de familia judio-polaca adoptada en la infancia por sus tíos americanos en EEUU ante la inminencia de la 2ªGM. A través de una fantástica narración conoceremos la vida de Alma que vive en un centro residencial para ancianos bastante peculiar y de su cuidadora Irina. Mientras su nieto Seth intenta reconstruir la historia de su abuela y su familia, iremos conociendo su trayectoria vital. Me ha sorprendido y me ha resultado didáctico conocer la historia de los campos de prisioneros japoneses después del ataque a Pearl Harbour. Leer a Isabel Allende es un placer infinito. Es una narradora excelsa que siempre encuentra las palabras adecuadas para crear personajes inolvidables, contar historias secundarias en pocas páginas y envolverte en una historia principal, llena de recovecos, donde los amores pueden contener infinitos matices, ser a la vez osados, cobardes, esperanzadores y distintos. Mientras te habla de la vejez con esa voz tan suya, te hace liberarte de los miedos y te llena de ternura. Unos libros de ella te pueden gustar más que otros, pero siempre tengo la sensación de llegar a la última página del mismo, pensando que no he desperdiciado ni un minuto de lectura. |