Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo

Esta novela fue publicada en el 2012 y no os imagináis el tiempo que me estuvo llamando la atención y que quise leerla. Creo que debido a las expectativas este libro no me ha terminado de llegar, así como estoy segura de que si lo hubiera leído antes (en otro momento de mi vida, más joven) lo hubiera disfrutado más.

El universo tiene muchos misterios y Ari tiene muchas dudas. Es una historia de aprendizaje: es personal, introspectiva y empática. Aunque se podría decir que el misterio del hermano de Ari (no se habla de Bernardo! Lo siento, lo tenía que hacer) y de su relación y amistad con Dante son los puntos principales de la trama, desde mi punto de vista lo que el lector quiere descubrir junto con Ari es a sí mismo.

Es un libro que te hace plantearte cuestiones, te deja pensar, algunas veces te ayuda a llegar a conclusiones y otras espera que lo hagas tú sólo. Es un libro con el que se conecta quieras o no.

Los capítulos y la narración ofrecen una lectura amena y rápida. La pluma del autor refleja un registro coloquial (lo que ayuda a sentir cercanía con la obra). Además hay un montón de citas marcables en este libro. Os dejo a continuación una:

Algo que me pasó con los personajes es que a veces no parecía que su actitud y expresión fueran las de unas personas de su edad. Esto me chocaba la verdad. Por lo demás, están muy bien construidos.

El final me pareció perfecto. Cíclico. A veces se puede vivir en un ecotono por un tiempo, pero al final encuentras tu lugar y las respuestas.

Aunque me haya decepcionado un poco, tengo la segunda parte esperando en mi estantería y espero leerla pronto y saber cómo continúa la historia de Aristóteles y Dante.