Atrapados en el hielo

” Atrapados en el hielo” de título original “The Endurance” es uno de los libros que nos relatan las grandes gestas realizadas por el hombre sobre expediciones polares, en este caso la realizada a la Antártida por Ernest Shackleton.

De manera magistral, Caroline Alexander nos revela esta historia, parte de ella en primera persona narrada por sus propios protagonistas y los diarios que escribieron durante la expedición sumergiéndote de lleno en los hechos vividos desde su partida un mes de agosto de 1914 del puerto de Plymouth hasta su regreso más de dos años más tarde a Inglaterra junto al explorador irlandés Ernest Shackleton, una tripulación de veintisiete hombres que aspiraron sin conseguirlo a realizar la primera travesía completa de la Antártida desde el mar de Weddell hasta el de Ross.

Un viaje lleno de esfuerzo, dificultades, relaciones personales complicadas y sacrificios para la supervivencia que los dejo a pocos kilómetros de alcanzar su objetivo cuando el barco de madera que los transportaban, “El Endurance” quedo atrapado en el hielo y a la deriva antes de poder tomar tierra.

Su tripulación, sin medios para poder regresar, quedaron refugiados en el propio barco durante el invierno luchando contra la propia naturaleza en condiciones extremas hasta que el propio hielo termino por aplastarlo y hundirlo definitivamente.

Desde ese momento sobrevivieron en campamentos improvisados e iniciaron un viaje a pie, en pequeñas barcazas y en trineos de cientos de kilómetros arrastrando el pasado material sobre el hielo y los pocos víveres que pudieron salvar logrando desembarcar en la base ballenera de la isla San Pedro. Shackleton y sus hombres pudieron regresar a Inglaterra como auténticos héroes a pesar de no haber conseguido su objetivo, pero con una historia de supervivencia que contar.

El libro incluye las fotografías en blanco y negro de su tripulante y fotógrafo de la expedición, el australiano James Francis Hurley que aporta un documento histórico sin precedentes de lo sucedido y que logró transportar y poner a salvo las pesadas y delicadas placas de vidrio fotográficas que realizó durante toda la expedición.