¡Que os voy a decir que no se haya dicho ya de este libro! La verdad es que no soy aficionada a los ensayos, pero El infinito en un junco está contado como un cuento, una amena narración llena de anécdotas, referencias, recuerdos… y gran cantidad de información, entreteje la filosofía, la historia, la literatura, la pintura, la música, el cine y todas las manifestaciones de la cultura. Sabe tocar la fibra de un aficionado a la lectura, por lo bien documentado y por las nuevas lecturas que te descubre... su lectura es un continuo aprendizaje. Y, eso es lo mejor, pese a la importante cantidad de datos, nunca se hace pesado, todo está marcado, todo encaja, nada sobra... Me ha encantado ese viaje tan fascinante de la vida del libro y de quienes lo han salvaguardado durante casi treinta siglos |