He leído que no mueren las almas

He conectado con sus poemas en los versos en los que hablaba sobre pérdidas y, sobre todo, en Requiem. En esos versos se percibe claramente el dolor que vivió. También he conectado con todas esas mujeres que sufrieron con ella esperando en prisión y que la autora recuerda en numerosos poemas. También se empatiza con todo el dolor que ha sufrido, así como su sentimiento con su patria, que es a la vez orgullo y vergüenza.

El estilo de Anna Ajmátova no ha terminado de cuajar conmigo. No he encontrado un punto en común en todos sus poemas, en cuanto a que no soy capaz de definir un estilo claro.

En cuanto a la rima, que fuera casi toda asonante le ha quitado mucha magia para mí. Me recordaba a la poesía que leía en el colegio y, en cierta medida, impedía que conectara con lo que se contaba en ella.

Los temas que se tratan a lo largo del poemario son:

- Patria. Habla de su país, Rusia. Tiene sentimientos encontrados, pues quiere sentir orgullo por su país, pero no puede. Ante el terror, llega incluso a avergonzarse.
- Matrimonio. Retrata al marido como un verdugo, alguien a quien está sometida y que no le deja ser quién es realmente.
- Pérdida. Algunos de sus poemas los dedica a seres queridos que murieron.
- Separación y reencuentros. Por la biografía de la poeta se puede entender que, debido a la situación de represión en la que se encontraba Rusia bajo el mandato de Stalin, Anna sufrió numerosas separaciones y, por ello, soñaba con reencontrarse con esas personas de las que se distanció a la fuerza.
- Prisión. Cuenta su experiencia visitando durante diecisiete meses la prisión en la que encarcelaron a su hijo, para comprobar si seguía con vida.