Progreso al pasado

¡Qué maravilla! La estructura de este libro es una obra maestra, y sin duda la más original que he visto nunca. Cada capítulo comienza con el título de una película y con algo de información de la misma, y lo más espectacular es que el autor consigue ir ligando la trama mencionando y relacionando cada película del título con la historia. Es algo increíble y que enamorará a todos los amantes del cine. Y a los que no, les dará muchas ideas de películas para ver.

Además, siguiendo con la estructura, narra la historia del presente al pasado, rebobinando en cada capítulo. Es alucinante como nos hace querer seguir leyendo cada capítulo para saber como hemos llegado de donde venimos. ¿Se me entiende? Si no, lo mejor que podéis hacer es leerlo y así tener esa misma sensación que tengo yo.

Y si, además, a todo esto, le unimos una historia maravillosa de amor entre hermanos, entre Iñaki y Maider, pues ya… Es una historia dura, pero a la vez preciosa. Es la historia de uno de los amores y uniones más fuertes que existe, y como afrontamos ciertas cosas en la vida. ¡No diré nada más para no hacer ningún mínimo spoiler, pero… Leedlo!

Muy diferente a Las Aristas de la muerte, el primer libro del autor, pero donde nos vuelve a mostrar su gran punto fuerte: la originalidad, inventar algo nuevo donde parecía que ya estaba todo inventado.

Frases destacadas.

“Sabemos que nuestra película ha terminado por muy largos que sean los títulos de crédito”.

“El “es que soy así” en ocasiones parece que lo justifica todo. No lo compro. Tampoco comparto el consejo del “sé tú mismo”. Depende, ¿no? Prefiero la frase “sé tú mismo excepto si eres gilipollas porque si eres gilipollas es mejor que seas otro”.

“Todo sería más fácil si nuestras decisiones vitales, esas que dejan impronta en el futuro, fueran evaluadas como en el arbitraje. Después de un partido se analizan todas nuestras acciones juzgándolas una a una y obteniendo tres números: aciertos, errores y omisiones, de tal modo que mis compañeros y yo sabemos cómo hemos pitado a través de un porcentaje. Si he hecho un partido de 97,83% estaré satisfecho mientras que si bajo del 85% sé que no habrá sido mi día y me tocará estudiar el video para comprender por qué he fallado más de la cuenta. Pero la vida no funciona así. Tomamos decisiones a diario sin saber qué hay detrás de cada puerta. Incluso hay puertas camaleón que parecen buenas, pero están envenenadas o al revés; esas que se disfrazan de error, pero con el tiempo mejoran. Nadie califica nuestras decisiones y nunca sabemos si hemos acertado o nos hemos equivocado. La incógnita nunca es despejada y los “y si” se acumulan en el rincón de pensar”.

“Cuando tienes el corazón roto no puedes entregárselo a alguien. Nadie regala algo que está roto. Ahora tengo que repararme. Solo necesito algo de tiempo”.

“Einstein también dijo que la vida es una preparación para el futuro y la mejor preparación para el futuro es vivir como si no hubiera ninguno”

“La vida es la montaña rusa más imprevisible. Cuando caemos a toda velocidad, podemos venirnos abajo o levantar los brazos esperando la siguiente subida”