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Emma, tras los acontecimientos de la primera parte, decide poner distancia de por medio y alejarse de todo, sobretodo de Cota. Se refugia en Kyoto, entre cortesanas un poco puñeteras por sus celos y entre prácticas de kendo, pero aún con estas, cree que está a salvo hasta que la intentan secuestrar otra vez (¡Menuda sorpresa!). Por otra parte, Cota sigue buscando a Lorenzo, que está desaparecido de la faz de la tierra y sin novedades, una búsqueda a contrarreloj. al mismo tiempo, se está calentando una gran guerra entre clanes por el ansia de poder, con un enemigo (que no daré nombre para evitar spoiler) que, aunque sea un g......, es muy buen malo. La autora me encanta como escribe; es una historia de fantasía, superación, lucha de poderes, sectas, hechiceras, supuestamente la llegada de una gran revelación, estrategias militares, traiciones, intentos de asesinato y secuestros, política vampírica y clanes cada cual más poderoso y sus propios entresijos. Vamos, un combo perfecto. La relación amor-odio entre Cota y Emma es bastante graciosa y se va cociendo muy a fuego lento pero de una manera profunda. Sky sigue siendo uno de mis personajes favoritos, y la evolución de Emma se va notando en cada capítulo, como se va superando y enterrando sus propios demonios y afrontando sus nuevas responsabilidades. En esta segunda parte conocemos varios puntos de vista de los personajes, y acabas empatizando con ellos tanto para bien como para mal. al final, en una lectura esa es una de las cosas que importa, que la historia y los personajes te creen sentimientos y te dejen huella. Mucha política, una búsqueda desesperada, y una gran revelación que pueden perjudicar a nuestros personajes. Nuevas alianzas, nuevos y antiguos enemigos y amigos, estrategias y situaciones bastante peliagudas, traiciones y decisiones que hay que tomar y están entre lo correcto y la traición. El final me ha dejado con la boca abierta, espero que no acabé así... 😱😱😱 |
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