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Paula y Javier llevan años sin tener noticias de Diego, su viejo amigo de la infancia. Es especialmente doloroso para Paula, que sentía por él una atracción especial. Tiempo después, Paula trabaja como forense criminalista en Las Palmas y está enfrascada en uno de los casos más complicados de su carrera: víctimas de asesinatos que han aparecido exanguinadas. En medio de la investigación Diego aparece de nuevo en su vida. Pero no es el hombre que recordaba: ahora es un asesino a sueldo y está muerto. “Noctámbulo”, de Miguel Aguerralde, es una novela muy original protagonizada por un vampiro que poco tiene que ver con el Conde Drácula de Stoker. Aquel Diego que Paula y su hermano Javier conocían se ha convertido en Sable, un vampiro que trabaja como asesino a sueldo para “Paint it black”, una misteriosa organización que opera a través de Internet. Sable es un vampiro que puede caminar a la luz del sol, reflejarse en los espejos, y entrar en las iglesias. Lo único que le diferencia de los humanos son sus ojos, casi cristalinos, y esa sed que le obliga a cazar cada noche para seguir con vida. A lo largo de la novela, Diego nos cuenta sus viajes para conocer el origen de su transformación. Su infructuosa búsqueda le llevó a conocer la organización y comenzar a trabajar para ellos, lo que le permite llevar un buen nivel de vida y mudarse a otros países cuando el número de cadáveres empieza a levantar sospechas. Paula se debatirá entre el amor que siente por el único hombre que amó en su vida, su deber como policía y la sinrazón de aceptar que los vampiros son reales y viven entre nosotros. Una novela que revisa los orígenes del mito del vampiro, repleta de acción y con una bonita y complicada historia de amor como telón de fondo. «La fuerza del vampiro es que la gente no cree en él.» Garret Fort |
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