 |
Se trata de la novena novela de la serie de 'Los casos del Departamento Q'. Todas ellas son lecturas muy adictivas; puro entretenimiento. El nombrado departamento es un equipo policial que se encarga de desempolvar casos de crímenes que quedaron sin resolver en su momento, y reabrirlos de nuevo para poder encontrar al culpable o culpables. En esta ocasión, el desencadenante para reabrir un caso es el suicidio de una mujer (Maja), el mismo día de su cumpleaños. Esta, treinta años antes, había perdido a su pequeño en una explosión ocurrida en un garaje al que había acudido porque su coche estaba averiado. Todo apuntaba a que se trataba de un fatídico accidente y así continuó creyéndose durante tres décadas, hasta que un montoncito de sal de mesa, que aparecía en las fotos antiguas del caso, llamó la atención a los integrantes del Departamento Q. Pronto se dan cuenta de que ese era solo el principio de una lista de asesinatos que se suceden hasta la actualidad. Todos ellos tienen la misma firma: la montañita de sal al lado de los cadáveres. El estilo del autor es ligero, directo y sin florituras. Los casos de cada novela son diferentes y concluyen con cada final, pero la vida de los personajes va evolucionando por lo que, a pesar de poder leer de manera independiente cada libro, creo que se disfruta mucho más leyéndolos en orden. PD: Alguno de los casos tiene adaptación cinematográfica 😉 |
>
