Cuentos y recuerdos del viejo Lulot:

He conocido este libro de relatos gracias a embajadores de libros y a su autor y la verdad es que aunque no soy muy fan de los relatos en general, estos me han parecido maravillosos y me han recordado a los relatos terapéuticos que se usan en algunas corrientes psicológicas. Además, como valor añadido decir que no es simplemente una colección de cuentos, sino que estos están enmarcados dentro de la historia conjunta de Jonás y Lulot.

Jonás es un chico que anda desnortado, tiene que tomar una decisión sobre su futuro, pero siente que los lazos familiares y sus responsabilidades no le permiten elegir, sino que las decisiones ya están tomadas por él. Además, en su espalda, porta un gran peso provocado por la muerte de su padre. Sin saber cómo acaba entablando palos, digo… conversación, con un abuelo que se encuentra en el parque y que tiene una peculiar manera de vivir la vida. Lulot le contará a Jonás 4 cuentos que, aunque aparentemente no tengan nada que ver con su historia sembrarán un poso de reconciliación consigo mismo.

Cada cuento es mágico en sí mismo y lo bonito de los cuentos es que aparte del sentido que le haya querido dar el autor, tienen el sentido que a cada uno nos resuena en el momento de su lectura, así que os recomiendo leerlos en distintos momentos para que veáis que casi es como leer cuentos distintos. Además, son cuentos que sirven para todas las edades.

Lo que más me ha gustado es el tema de los bancos, que no os puedo contar pero que para mí representan una enseñanza más en si mismos. Cuando vaya a Granada sin duda los buscaré y a la vez espero y temo a igual parte encontrarme con el bastón del entrañable Lulot.

Sin duda seguiré leyendo los cuentos de este autor ya que sobre todo me he quedado con la duda de quién fue este abuelete y cómo llegó a este parque.
Se lo recomiendo a todos los ávidos lectores que hay por aquí.