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Para empezar, diré que es un libro que toma distancia con el primero y por lo tanto no hay que leerlo pensando que vamos a encontrar una historia que retome lo anterior al completo puesto que ha pasado tiempo entre las dos historias. Se debe tomar un distanciamiento porque si no puede llevar a la decepción por las expectativas. Nos vamos a encontrar a personajes más maduros, que han continuado con su vida y avanzado. Cada parte es enfocada a un personaje y en ella veremos un plano general de esos años y el ahora, quince años después. Nos reencontraremos con Elio y Oliver sí, de una forma diferente y especial, pero también sus respectivos padres formarán una parte importante de la novela. Vamos a encontrar mensajes diversos en torno al amor y el tiempo, en cómo aparece en diferentes formas y momentos, la evolución de los sentimientos y el descubrimiento de nuevas sensaciones, las decisiones tomadas en el pasado... Durante la novela los diálogos son los que más protagonismo tienen, con descripciones que nos sumergen más en la historia. La pluma de este autor es maravillosa, en especial la forma en la que hace que se expresen sus personajes. Son conversaciones naturales, que invitan a reflexionar. Aunque la historia mantiene un ritmo lento y pausado. |
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