Me alegraría de otra muerte

La mano que aparece en la portada, es la mano del destino, entre tantos hilos a mover termina enredando la vida por una sola razón. No es el destino quien decide, pero para tomar decisiones se requiere una consistencia entre cultura, intención, conocimiento del entorno.
La carencia de estos elementos producto del choque cultural llevan a aspirar a una forma de vida que no esta en correspondencia con el bagaje cultural. En virtud de ello se aprende de la supuesta cultura superior, sin embargo el aprendizaje es nulo o a la inversa al asimilar como preponderante las características negativas que la evolución social ha dictado prevalezcan para mantener los estamentos.
Aprendizaje de vicios, antes que de virtudes, ( costumbres y no hábitos) soslayar responsabilidades, apelando a la ignorancia.
Obi Okonkwo recibe la oportunidad de, desde su aldea Igbo en Nigeria partir a Inglaterra a estudiar, dado su desconocimiento de , al menos las diferencias culturales cae en una espiral de comisión de errores que culminan con una acusación de corrupción. al regresar a su natal Nigeria descubre el desapego que en unos años ha surgido de la adopción de costumbres que no le son propias, traicionando las tradiciones que se desprenden de su etapa temprana.
Lo bello de esta historia es la forma de narrarla de Mister Achebe, que apela a la tradición oral, y partiendo de ella, cuenta historias, incluso apoyadas en las lenguas nativas , dichos, refranes, proverbios, tradiciones, que derivan de la cultura Igbo y encierran la sabiduría ancestral de los pueblos autóctonos, que se han visto contaminadas por la infiltración de la cultura occidental que pretende elevar el nivel social, cultural, económico de los nativos, pero como siempre termina solo imponiendo sin respeto y olvidando los más desprotegidos. Siempre apoyada en la religión como punta de lanza, que hiere lastima y segrega, rompe alianzas allí donde ancestralmente las había y crea separación, desconfianza, recelo, odio , segregación donde antiguamente no la había.
Si ya “todo se había derrumbado” ahora solo queda “ desear otra muerte” o a acogerse a” la flecha de Dios “
“ Volvimos a nuestro hogar, estos Reinos,
Pero no se siente estar cómodo aquí
Con un pueblo ajeno aferrandóse a sus dioses.
Me alegraría de otra muerte.''
T.S. Elliot
¿ Nos llevaron tan lejos... por un nacimiento o por una muerte ?