La estrella del Titanic: El escándalo que marcó una época. Un amor de película

Es una obra de ficción histórica, muy bien documenta, en la que se nos narra la breve y apasionante historia de amor entre Madeline Force y John Jacob Astor. Dándonos a conocer cada uno de los aspectos que rodearon la vida de nuestros protagonistas, a los que su autora, Shana Abé, les ha seguido el rastro, realizando una labor de investigación en la que fue un recurso especialmente valioso la hemeroteca del “New York Times”. Logrando reconstruir, a partir de toda aquella documentación, la que sería la efímera historia de amor entre un miembro de la aristocracia neoyorquina del siglo XX y una joven de clase alta, educada en una de las mejores escuelas para señoritas, pero al fin y al cabo perteneciente a un mundo que dista del de la élite de aquella época.

Madeleine es una joven hermosa e inteligente, de la alta sociedad de Brooklyn, que se enamora a sus diecisiete años del Coronel Jack Astor, un astuto hombre de negocios y héroe de guerra, perteneciente a la familia más aristocrática de Estados Unidos; casi treinta años mayor que ella, además era divorciado y tenía dos hijos. Razón por las que desde el mismo día en el que se sospeche de su relación con John Jacob Astor, aquella alta sociedad que tan locamente estaba enamorada del Coronel, mostrará un fuerte rechazo a la celebración de su matrimonio, convirtiendo a Madeleine en el blanco de las burlas y las miradas de aquel mundo ávido de noticias.

En una historia que no es narrada alternando dos voces, conoceremos en detalle cómo surgió el amor entre ambos, cómo fue el acecho permanente de la prensa y el cómo lograron superar aquel abismo que parecía separarlos. En definitiva, como transcurrieron aquellos años convulsos desde su comienzo hasta su final, en aquella noche del 14 de abril de 1912, cuando naufragan en las aguas del océano Atlántico, en su viaje de regreso a casa a bordo del infame Titanic. Convirtiendo al Coronel Astor en una de sus numerosas víctimas y a la joven Madeleine, en la madre viuda más querida y famosa del planeta.

De una parte, será Madeleine, quién de viva voz y a través de unas cartas dedicadas a su hijo recién nacido y al que se dirige cariñosamente como Jakey, nos dará a conocer en un acto de asombro y desesperación, como era aquel hombre del que se enamoró, aquel al que su hijo jamás llegará a conocer. Decidida a compartir todos aquellos recuerdos que rebosan en su mente, en el anhelo de que al menos de este modo también pasen a formar parte de él.

Por otra parte, será una voz omnisciente, quien haciendo uso de una hermosa pluma en la que abundan las descripciones literarias, nos dará a conocer más detalles a cerca del desarrollo de este hermoso y asfixiante cuento de hadas. Conociendo con todo lujo de detalles el estilo de vida opulento y sofisticado de la aristocracia neoyorquina de aquella época, con sus colosales edificaciones repletas de objetos preciosos, con sus cenas y sus bailes de gala, así como sus extravagantes indumentarias. Pese a la enorme belleza de las descripciones que su autora nos regala, llegan a ser tan numerosas que ralentizan en cierto modo el avance de la historia, hasta el punto de llegar a hacer algo pesada su lectura. Pese a ello, no dudo de que muchos lectores disfrutaran enormemente de la increíble y talentosa pluma de Shana Abé.

En cuanto a la historia que nos es narrada, os tengo que advertir a todos aquellos fascinados por el Titanic, que pese a que se recoge a la perfección como fue el viaje inaugural del transatlántico más grande del momento, reviviendo todo su esplendor, así como el horror de la noche de su hundimiento. No es hasta llegar casi al final del libro que su autora se centra en este breve episodio en la vida de nuestros protagonistas. Mis expectativas quizás iban en esa línea; sin embargo, me ha sido grato conocer más allá de aquel famoso naufragio de la historia y que por todos es tan conocida. Dándome la oportunidad no solo de conocer la conmovedora historia de uno de esos amores imposibles de la edad dorada de los Estados Unidos, sino también la de profundizar en la realidad de aquella sociedad. Retratando a la perfección aquel choque entre el mundo viejo y el nuevo, entre la tradición y la modernidad, entre la defensa cerrada de los privilegios y la lucha por la igualdad de derechos.

Entre los personajes que nos acompañan me gustaría destacar especialmente a dos de ellos. Por una parte, está el jovencísimo Vincent Astor, hijo mayor del Coronel, y al que me habría gustado poder conocer más en profundidad, especialmente en aquellos años tras el fallecimiento de su padre, en los que invirtió gran cantidad de tiempo y energía en ayudar a los demás. Por otra parte, nos encontramos con Margaret Brown, quién fuera conocida por la insumergible Molly Brown. Una mujer de orígenes humildes que llegó a amasar una gran fortuna, lo que le permitió codearse con la alta sociedad; sin embargo, siguió siendo una mujer comprometida dedicada a la defensa de los derechos de los más desfavorecidos.

En definitiva, una lectura que recomiendo a todo aquel lector, al que le gusten tanto las novelas históricas como las románticas y que deseen profundizar en aquellos años dorados, conociendo más de cerca a unos personajes históricos de los que dejan huella.