Basado en la historia real de Eliza Acton, que diseñó y escribió libros de cocina destinados a cocineros (y lectores) no profesionales. Una vez más, nos encontramos frente a las dificultades que tenía la mujer del siglo XIX de publicar sin anonimato, y a su “obligación” de casarse para poder realizarse como persona. La lectura de este libro es un placer para los sentidos; la descripción de sabores y aromas son tan exquisitos que llegas a rozarlos. |