Thomas abrió los ojos sorprendido y me dio la razón. Nunca había sentido un flechazo tan grande por alguien y no iba a dejar que mi mejor amigo me quitara a la chica que ocuparía mis sueños desde aquel día.
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Thomas abrió los ojos sorprendido y me dio la razón. Nunca había sentido un flechazo tan grande por alguien y no iba a dejar que mi mejor amigo me quitara a la chica que ocuparía mis sueños desde aquel día.
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No había hablado con nadie de la muerte de mi padre desde que falleció, pero sentía que a Dylan podía contarle cualquier cosa, que era ese tipo de persona a la que podías contar hasta tu secreto más escondido.
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Me arrepentí más tarde de ese silencio y de cómo le hice sentir a Madison con mis idas y venidas, porque si hubiera sabido que ese sería uno de los pocos momentos que compartiría con ella antes de perderla, no hubiera sido tan tonto.
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No fue hasta hace poco que me di cuenta de que eso no era lo que necesitaba. Quería a alguien que me acompañara en mis buenos y malos momentos, que me quisiera realmente, alguien que estuviera conmigo pasará lo que pasará. Aquella noche descubrí que ese alguien era Madison, mi alma gemela.
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Un segundo fue suficiente para que mi respiración se detuviera y mis músculos se paralizarán. Un segundo fue suficiente para cambiar mi vida por completo.
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—¿Te das cuenta de que, creyendo hacer el bien, hiciste el daño que tú mismo decías que querías evitar? Sus palabras atravesaron mi corazón, como flechas afiladas, haciendo que me diera cuenta de que realmente no tome una buena decisión y que ahora debía afrontar las consecuencias. |
Una vez más, quería aparentar que éramos una familia feliz para poco a poco incorporar a Margaret en nuestra vida. Comenzó invitándolas nuestras vacaciones familiares, ¿qué sería lo siguiente, pedirles que vinieran a vivir con nosotros? Qué locura.
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Tal vez, desde el principio, ya era una batalla perdida, pero por mucho que me costará, me levantaría y volvería a luchar por ella.
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Ella parecía tan feliz sin mí y eso me hizo darme cuenta de que yo solo era una piedra más en su camino.
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No podía imaginar lo doloroso que debía ser que la persona que quieres desaparezca de la noche a la mañana sin dar explicaciones y aunque me di cuenta más tarde, eso mismo había hecho yo con Madison y me arrepentía muchísimo.
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Manolito ...