Lo encontré en un mercadillo solidario, entre dos ladrillos de Stephen King y un curioso ejemplar cuyo título me llamó la atención más que ningún otro: "¿Tiene Ud. miedo de Alemania?". Como para no llevárselo. El de Alemania, digo. Pues me llevé el de Palermo. Un libro retirado de la Biblioteca Pública de Santa Eulalia del Campo. Sus tapas duras rojas y los caracteres en el lomo, sólo en el lomo, que de nuevo debieron ser dorados, me terminaron de convencer. Así que, con estos argumentos de peso, infalibles siempre, comencé a leerlo con la ilusión de un adolescente. Aunque la autora, francesa, ganó un premio en su país con este título, no os lo recomendaría nunca. A no ser que os hayáis vuelto rematadamente locos y comencéis a leer un libro sólo por las tapas y porque alguien lo recogió casi de la basura para exponerlo en un mercadillo junto a Stephen King y "¿Tiene Ud miedo de Alemania?". Y por el título claro: Olvidar Palermo. ¿Por qué? |