Nunca será como siempre

Conocí la pluma de Arantxa a través de la primera entrega de su bilogía de fantasía y ahí ya me conquistó con sus personajes, los que se comían la historia a bocados tan grandes que demostraban que iban a hacer el mundo suyo. de todas formas, ese libro contenía una trama que hilaba los entresijos de la vida de los demás, dando contexto y profundidad a lo que sucedía de fondo, no era una novela de personajes. Esta sí, oh, y se nota que Arantxa también ha encontrado su sitio en la novela contemporánea, ¡vaya si lo ha encontrado!

Una historia de personajes como la que merecía estar escrita por su pluma, con siete personajes, unos más corpóreos que otros, siete vidas cuya relación se rompió un año atrás y cuyas esquirlas vuelven a ser mecidas por el viento en el presente, mecidas hasta acercarse las unas a las otras y entrechocarse con el sonido familiar de una amistad que sabe a la familia que se escoge.

Al principio me costó un poco hacerme a ellos, son muchos y son muy dispares; no comprendía sus razones ni llegaba a conocer quiénes eran los unos para los otros. Una vez se supera esa pequeña cuesta de entendimiento es imposible soltarles y te llevarán de la mano por su vida actual, destelleando con retazos intensos del pasado, de ese que cuenta una historia distinta de la del presente, aunque sea lo que les une en la actualidad.

Es uno de esos libros que no sabría decir qué es lo que les hace especial, a ellos, a sus protagonistas. ¿Qué les convierte en ese ancla a través de la que se mantienen a flote los demás y el lector a su vez? ¿La humanidad que hay en sus actitudes? ¿Las personalidades tan distintas y complementarias entre ellos? ¿Las bromas y el dolor compartido, a veces conjunto y a veces en escenas distintas? ¿El quedo murmullo que cuenta un pasado que el lector vislumbra, pero del que no tiene aún todas las piezas? ¿Qué es lo que les hace tan especiales? En serio, me lo sigo preguntando incluso tras haber pasado varios días desde que terminé de leerlo. Quizás la cotidianidad e intensidad de sus vidas y que, dentro de todo ello, surgen ellos y su amistad en las vidas de los demás, como esa florecilla que parecía marchita y, de pronto, vuelve a florecer porque sí.

No puedo quedarme con solo uno, todos ellos me han cautivado. Algunos frustran, otros duelen, otros hacen poner los ojos en blanco, otros te sacan esa carcajada atascada en la caja torácica, otros te llenan el corazón de calidez, otros lo hacen sentir todo a la vez. No, no puedo escoger solo a uno, ninguno de ellos sería lo que es sin los demás, podrían ser mejores o podrían ser peores, pero lo que son en este libro lo son gracias a los demás y me encantan, todos ellos, conjunta y separadamente.

Me ha gustado mucho darme cuenta de algunos detalles, como la pluma tan suave de Arantxa, se nota muchísimo que es correctora profesional porque menudo gustazo es leerla. Las comas están en su sitio, las frases tienen su coherencia, todo tiene su lugar. Lo ha hecho fácil, lo ha hecho precioso y, decorado con algunas de sus frases estrella, de las que destacan y pinchan, ha sido una absoluta delicia. Y también a los dos escorpio entre sus personajes, me ha parecido un puntazo que justo les haya regalado el día anterior y el posterior al propio día de su cumpleaños.

Sueños rotos y recuperados, fantasmas y susurros olvidados, poderío propio, la amistad en todas sus vertientes, una pizca de magia... Eso es este libro y ninguna frase se acerca siquiera a poder describir lo que hay en su interior.