Maestra de pueblo. La escuela vaciada

Hacía tiempo que no leía una novela gráfica y eso que es un género que me gusta mucho. Ese contar una historia completa tanto en palabras como en imágenes me parece algo muy especial.

Hace tiempo que sigo a Maestra de pueblo en Instagram pero aún no había tenido ocasión de leer ninguno de sus libros y eso que ya son cuatro: "Estado civil: opositora", "Con l'De novata", "Borrón y cuenta nueva" y ésta, "La escuela vaciada". Por si os lo preguntabais, no he tenido ningún problema en leer la cuarta novela sin haber leído las anteriores.

María es profesora de infantil en una escuela rural. El colegio se enfrenta a la pérdida de niños que va pareja a la despoblación del pueblo. Es la serpiente que se muerde la cola: si cada vez viven menos niños en el pueblo va a ser difícil mantener la escuela abierta; si no hay colegio en el pueblo, cada vez más familias emigrarán a la capital.

La directora del colegio ha tenido la idea de pedir una beca: con más dinero podrían hacer muchas cosas y potenciar la escuela. Pero para que les den el dinero hay que llevar a cabo un proyecto, una red colaborativa entre escuelas. Es algo que conlleva mucho trabajo y ninguno de los profesores quiere asumirlo. Hasta que María se pone al frente del proyecto e implica a todo el mundo para llevarlo a cabo

La historia es muy chula. Conoceremos un poco el día a día de una profesora de infantil: a sus alumnos, a algunos padres de dichos alumnos, a otros profesores... También conoceremos la vida personal de María: su convivencia con una pareja a quien le parece que el trabajo de profesora es fácil y, en esta ocasión, la convivencia ocasional con una prima que está estudiando magisterio pero que quiere dejarlo porque su sueño es ser actriz. Y de cámaras también va el asunto porque a María se le ocurre aprovechar el trabajo de su novio, técnico de televisión, para su proyecto. Así éste se dará cuenta de que el trabajo de María no es tan fácil como él creía y, quién sabe, igual también le sirve para su propio trabajo.

La historia se cuenta a través de viñetas, con diálogos en "bocadillos". Es ésta una forma rápida, sencilla y entretenida de leer una historia. Pero también completa porque tanto se dice por las palabras como por las imágenes.

Me ha gustado mucho conocer a María en acción. Lo echada "palante" que es, lo cariñosa que es con los niños, la mano izquierda que tiene que tener con ciertos padres, lo bien que se lleva con sus compañeros. Se nota que es una mujer con auténtica vocación, que disfruta (y a veces sufre) con su trabajo pero que quiere hacerlo lo mejor posible, echando todas las horas que hagan falta. Vamos, una maestra de verdad.

Da gusto leer la historia escrita por Maestra de pueblo e ilustrada por Cristina Picazo.
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