Los armarios vacíos

Una sensación de vacío difícil de describir, difícil de digerir. La tristeza me invade de pies a cabeza. Y, de repente, sin previo aviso, bullen la indignación y la rabia. Una mezcla de sentimientos que me dejan agotada y trastocada. Sentimientos que no son originados por la lectura en sí. Sentimientos que nacen en mi interior cada vez que me doy cuenta de lo poco leída que es esta gran autora. Injustamente olvidada, poco conocida, poco disfrutada. Lo más seguro es que nunca hayas escuchado hablar de ella y eso me parece realmente injusto.
María Judite de Carvalho es una narradora impecable, magnífica. Escribe que da gusto, es un placer leerla y, a la hora de la verdad, daría igual lo que nos quisiera contar. Escribe de maravilla pero también tiene la capacidad de crear historias que embelesan, atrapan y absorben. Historias que se leen a sorbitos porque no quieres que se acaben nunca. de todo esto ya me percaté cuando leí sus relatos y ahora, tras leer su novela, no hice más que cerciorar esa primera idea. Hace magia con las palabras, no hay mas.

Dora se queda viuda a una edad muy temprana y su vida se tambalea. Su marido siempre pensó únicamente en él, sin importar lo que pasaría el día que el faltara. La vida se pausa tras su fallecimiento, los años transcurren y ella se encuentra en un constante letargo. Solamente su suegra consigue que ella reaccione, aunque la manera en la que lo hace es del todo cuestionable. Secretos salen a la luz pero de su mano traen otros.

Poco a poco, a sorbos, sin prisa, leyendo cada capítulo como si fuera el último. Así descubrimos la historia de Dora y de las mujeres que la rodean, Lisa, Ana y Tía Júlia. La protagonista, su hija, su suegra y la hermana de esta. También conocemos a otra mujer, esa voz narradora tan misteriosa. Esa voz narradora que con su intensidad y belleza nos cuenta todo lo que sabe. La cotidianidad y vida de Dora, como evoluciona, sus encuentros con ella. Los hombres son pocos, están desdibujados y pueden pasar desapercibidos aunque, por desgracia, sus actos marcan y modifican la vida la la protagonista, la vida de todas ellas.

Una historia sencilla e intensa que muestra a mujeres muy distintas entre ellas, generaciones que tienen formas de pensar muy opuestas. Una historia que en el último tramo se transforma y, siendo sincera, a parte de pillarme por sorpresa tengo que reconocer que ese final no me ha terminado de encajar. Pero la lectura es tan redonda que eso es lo de menos, la verdad.
Enlace: https://www.instagram.com/re..