Una visita obligada para los fanáticos de la literatura húngara. Muy bien escritas (y traducidas), con un estilo sobrio y justo, y con una construcción extraordinaria, las escenas se suceden con una lógica implacable. Hablamos de la dificultad de ayudar a los demás a vivir. Las desilusiones del profesor. Buena literatura, sin duda. |