La casa sobre la colina

La primera vez que supe de este escritor novel autopublicado fue con su primera novela «Un corazón roto se viste de amarillo». Se trata de una 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒂 𝒊𝒏𝒇𝒖𝒔𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒏𝒛𝒂, 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒚 𝒄𝒂𝒓𝒊ñ𝒐 con la que el escritor quiere contribuir solidariamente con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). de hecho, los beneficios obtenidos serán destinados a dicha organización. Con "La casa sobre la colina", José Manuel cambia de tercio y nos presenta una novela negra mucho más ambiciosa ambientada en su Galicia natal.

Humberto Bernal, es subinspector de la Policía Nacional. Lleva varios trienios a sus espaldas y se considera un policía vocacional. Sin quererlo, se convierte en el jefe del subgrupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Galicia, conocido por el sobrenombre de El grupo de los perdedores al que se une la agente novata, Aroa Pérez. Si Humberto va a la deriva en su vida y cuesta abajo cogiendo carrerilla, Aroa Pérez es una policía extravagante y con mucho que aportar a la investigación. Junto con Josiño, criminólogo y también agente de policía lucharán para encontrar al asesino serial conocido como el lobishome da Penouqueira.

𝑷𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔. Esta historia contiene muchos personajes estructurados en una jerarquía de importancia, estando los protagonistas presentes a lo largo de toda la novela mientras que una variedad de secundarios actúan reforzando la trama principal. Pero además el lector tendrá que afilar el ojo con la casa solitaria que corona el valle, bautizada como la Casa de los Horrores. El autor presenta una serie de asesinatos en un ambiente rural, donde lo sobrenatural, en un pueblo de leyendas y sucesos macabros, cobra verdadera importancia. Así, el entorno, la atmósfera y la casa sobre la colina en el monte Penouqueria son elementos tan vivos e importante como los propios personajes.

«¿Podía yo enamorarme en tan poco tiempo, o era una atracción sin fisuras y decididamente brutal lo que tenía por él?»

Con 𝒖𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒛𝒐 𝒅𝒊𝒗𝒆𝒓𝒕𝒊𝒅𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂 𝒚 𝒎𝒊𝒕𝒐𝒍ó𝒈𝒊𝒄𝒐 𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒛, el lector se encontrará con una prosa maravillosa, más madura y calculadora.

A cuenta gotas, José Manuel va introduciendo al lector en la investigación y para 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒊𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒂𝒔í, 𝒄𝒐𝒏 𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒔ó𝒍𝒊𝒅𝒐𝒔, 𝒔𝒆 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒆𝒎𝒑𝒆𝒛𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒔𝒊ó𝒏 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒂𝒓𝒒𝒖𝒊𝒕𝒆𝒄𝒕𝒐. 𝑬𝒔𝒕𝒐, 𝒂𝒅𝒆𝒎á𝒔, 𝒆𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒙𝒄𝒆𝒍𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒎𝒂𝒏𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒎𝒂𝒏𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒂 𝒓𝒂𝒚𝒂 𝒚 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒆𝒈𝒖𝒊𝒓 𝒉𝒊𝒍𝒂𝒓 𝒍𝒂𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒔𝒆𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆.

Igualmente, por su condición profesional, el escritor ha incorporado elementos policiales y ha usado un lenguaje muy particular. A todas luces, una idea formidable para conceder mayor credibilidad a esta historia.

𝑴𝒊𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔: He tenido la oportunidad de comprobar por segunda vez las buenas maneras de trabajar de este autor. Me ha gustado el personaje de Humberto Bernal que al igual que ocurre con cualquier amigo y sus pequeñas flaquezas, este subinspector tiene unas cuantas mañas que son muy útiles conocer para llevarnos mejor con él. Otros personajes como Aroa y Josiño, brazo derecho e izquierdo de Humberto, componen el trío de los perdedores. Los tres en su conjunto forman un equipo equilibrado y divertido y los tres imprimen el ritmo necesario a la acción sobre todo llegando a la culminación de la novela donde me embargó una incertidumbre desconcertante y en la que me surgió una pregunta retórica: ¿Esta novela es parte de una trilogía? Espero que sí. Un sí tan rotundo que se escuche hasta el mismísimo monte da Penouqueria.

𝑪𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒓𝒆𝒔𝒆ñ𝒂 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒓𝒊𝒐𝒔𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒚 𝒂𝒄𝒆𝒓𝒄𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒖𝒏 𝒑𝒐𝒄𝒐 𝒎á𝒔 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓 𝒚 𝒔𝒖𝒔 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂𝒔. 𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒉𝒂𝒃𝒆𝒓𝒍𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒆𝒈𝒖𝒊𝒅𝒐.




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En este caso, creo que voy a empezar directamente con lo que más me ha llamado la atención de esta novela policíaca, con mucha intriga y muchos secretos escondidos entre los locales. Cuando empezamos la lectura de la casa sobre la colina, lo primero que nos engancha es la presentación de los personajes. Esta no se hace a través de descripciones, sino a través de lo que hacen y sobre todo por el bagaje vital que llevan a cuestas.
Así, si tuviéramos que definir esta narración diríamos que es una obra de personajes y vivencias, en la que todos tienen algo por detrás que hará que el lector se enganche a «la novela».
Que viene el lobo
Ahora sí, describiendo un poco más cómo es la narrativa de la obra; nos encontramos ante una novela que se enfoca a través de los personajes, de hecho, el título de los capítulos es el nombre de los personajes que aparecen en él. Este foco, hace que solo tengamos durante ese momento la perspectiva y las relaciones que tiene el personaje, pero enriquece mucho la trama porque añade perspectiva y entendimiento desde ese punto de vista.
De este modo, la historia, que nos cuenta la investigación de los ataques que O lobishome da Penouqueira está efectuando en Arteixo, aúna en ella no solo la investigación policial, sino también las problemáticas, las ambiciones y las relaciones entre vecinos. Así, a veces, habrá momentos en la narración donde lo que menos nos interese sea la investigación, sino qué hace quién o qué dice sobre quién. Todo, obviamente, es porque el lector quiere averiguar el primero quién es el culpable, pero también es porque queremos entender a cada uno de los que intervienen en dicha investigación.
As mouras
A lo largo de toda la obra iremos viendo que el pueblo de Arteixo y alrededores comienza a elaborar un explicación a esas muertes violentas, O lobishome, o lo que es lo mismo, el hombre lobo. Es cierto que en ningún momento, desde el punto de vista que nos ofrece el autor de los personajes se plantea que haya algún elemento fantástico; pero sí es verdad que ese ambiente folclórico de Galicia comienza a destilarse en la obra y en los personajes.
De todos modos, os reconozco que en mi lectura, siento que esta idea del hombre lobo es un medio por parte del autor de hablarnos de todas aquellas pulsiones que sentimos y que no podemos llevar a cabo por razones obvias. al final todos los personajes tienen algo que no sería del todo confesable y que les caracteriza profundamente.
Inspiración
En cuanto al estilo del autor, me ha gustado mucho la sencillez con la que explica y describe lo que va sucediendo. Los personajes tienen sus particularidades a la hora de expresarse, lo que les da verosimilitud, pero lo que realmente engancha, creo, a la obra, es lo sencillo que es seguir todos los hilos. No hay un momento donde haya algo que no nos quede claro, sin embargo, la urdimbre en cuanto al misterio del caso es tal, gracias a los múltiples hilos que se lanzan, que, a pesar de su sencillez, no se desvela nada. Y eso sí, al final de la obra todos los cabos quedan atados así que no tenemos la sensación de que se hayan iniciado subtramas para despistar.
Además, creo que el autor compone muy bien la psique de los personajes. No es solo que lo que hacen o sus relaciones con los vecinos sean interesantes, sino que también su capacidad de reflexión y su lógica interna nos lleva a entenderlos e incluso posicionarnos a su favor.
Un thriller con toque
Si resumimos un poco mis impresiones, nos encontramos ante una novela policiaca muy interesante en investigación, pero que se luce sobre todo por la ambientación y los personajes.
Para ello el autor ha utilizado un estilo sencillo, accesible, pero con una trama muy bien elaborada, en la que todo queda perfectamente explicado y que nos lleva de un lugar a otro como quiere. El toque de todo esto es cómo se implementa el carácter y mística gallegas para redondear una narración estupenda. Os animo a leerlo.

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