La Tribu de Shalaw

La tribu de Shalaw

Adam Surray (seudónimo utilizado por José López García) nos regala una novela brutal, sin miedo a enfrentar los lugares más violentos y degenerados del ser humano. La premisa de la novela es muy sencilla y tantas veces vista a lo largo de la historia: ¿Qué sucede cuando dos civilizaciones se encuentran? Adam Surray responde a esta pregunta de una manera que no conoce filtros o sutilezas.
Es así que nos son presentadas, dentro de la novela, dos civilizaciones. Los primeros que conocemos son los habitantes de un mundo los cuales, viven de manera tribal, donde, dentro del avance de la técnica apenas han logrado moldear algunos metales en su mayoría para herramientas de trabajo. Poseen muy pocas armas, pues la mayoría de las disputas entre tribus se resuelven con la intervención de los notables de cada tribu o yendo a consultar un viejo sabio que habita en una aislada isla. Es decir, viven en paz ocupándose de sus vidas.
Por otro lado, se nos presenta unos seres humanos que se encuentran en el pináculo evolutivo, pues han logrado dominar los viajes espaciales, incluso dichos viajes se hacen casi sin intervención de los pilotos. A su vez al haber evolucionado dependiendo de las máquinas, estos humanos tienen características físicas propias muy similares a los alienígenas. Su piel se volvió pálida, han perdido todo tipo de bello, volviéndose lampiños, también al alimentarse con pastillas los dientes les han dejado de ser útiles, los cuales desaparecieron de sus bocas. Son seres a toda la vista débiles físicamente. Todavía mantienen sus sexos, aunque las prácticas sexuales carecen de entusiasmo o espíritu.
La historia de la novela se desarrolla cuando algunos miembros de los humanos evolucionados descubren que uno de los planetas, perteneciente al cuadrante donde tienen instalada su nave escuela no se encuentra deshabitado. En lugar de notificar a los demás tripulantes de la nave, deciden guardar esa información y descender al planeta. Una vez allí los invasores cometerán todo tipo de vejaciones asesinatos, mutilaciones y violaciones.
Sí, las referencias que Adam Surray toma para construir esta novela, publicada dentro de la colección Héroes del espacio (número 29, ediciones Cere S.A.), son claras y directas. Uno no puede dejar de pensar cuando lee el libro de la cantidad de veces que los humanos se han creído superiores moralmente a sus pares tan solo por tener un pensamiento diferente o tener acceso a una capacidad técnica mejor. Creyendo que cualquier acto de violencia está justificado por creerse más inteligentes, incluso existe una idea de estar obligados moralmente a someter a aquellos que consideran inferiores para así mostrarles cual es el buen camino.
Pero, Adam Surray, no se detiene ahí, pues la violencia sexual tiene en gran parte de la novela un papel predominante. Una de las escenas más desgarradoras, es cuando uno de los invasores persigue y somete a la prometida de Shalaw, a la cual viola y mata golpeando su cabeza, repetidas veces, contra una roca. Luego de haber consumado el atroz hecho el atacante sonríe alegremente sin considerar sus acciones. Dentro de este violento grupo se encuentra una mujer de nombre Erika Harper la cual lejos de traer algo de cordura, solo piensa en como someter a los locales sin tener que magullarlos. Es así que, por medio de fuertes drogas, Erika, consigue quitarle la voluntad por un tiempo a Shalaw y lo obliga a complacerla en la cama. Esto no es más que otro tipo de violencia, sin agresiones físicas, pero violencia al fin. Si bien en el desarrollo de la novela Erika terminara colaborando con Shalaw, por sentirse atraída a él, esta atracción o enamoramiento es plenamente enfermizo pues nunca dejara de sentirse superior a Shalaw.
Esta novela lo tiene todo invasión, violencia de genero y como no un ingrediente extra, la manipulación política. Así es ya que descubriremos que el planeta donde se desarrolla la trama no es otro que la tierra, siglos después de que las dos grandes potencias mundiales provocaran la casi desaparición de la humanidad. Esta novela fue publicada en 1980 por ende las dos potencias aludidas no son otras que los Estados Unidos y la Unión Soviética. Estas dos potencias deciden que para salvar a lo que queda de la humanidad lo mejor es dividirla en dos, una parte partiría al cosmos buscando un nuevo lugar habitable y la otra se quedaría en la tierra. Ninguna de las dos tendría que volver a cruzarse, y obviamente todo falló.
Llegando al final de la novela donde las dos facciones se ven obligadas a habitar el mismo mundo una frase define todo el espíritu de la novela.
“-Si uno de tus salvajes cruza el río y penetra en las tierras del norte se convertirá de inmediato en nuestro esclavo”
Es así, hasta ahora la humanidad se encuentra encerrada en un círculo vicioso de violencia, sometimiento y autoflagelación. Una novela muy recomendable para sentarse y pensar.