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“En 1590 un pueblo entero de EEUU desapareció dejando escrita en un árbol la palabra “Croatoan”” Croatoan es un suceso real que nos perseguirá a lo largo del libro. Se trata de una colonia inglesa, Roanoke, que desapareció sin dejar rastro, quedando todo tal cual estaba, salvo por la palabra en el árbol… de hecho a día de hoy, no se sabe con certeza lo que ocurrió; y no son pocos los estudios realizados. La novela comienza con un mail, el que recibe Carmela –una científica que estudia ecosistemas y conductas animales- de su antiguo mentor y jefe del laboratorio, Carlos Mandel. El mail sólo contiene la palabra que da título a nuestra lectura. Carmela podría haberlo dejado pasar… si no fuera porque Mandel se había suicidado dos años antes. Para rizar más el rizo, comienzan a sucederse determinados hechos que hacen que salte la alarma. Empezando por la desaparición de toda una familia en pleno picnic y continuando por suicidios colectivos de lo más misteriosos. Además, Mandel no solo envió el mail a Carmela… sino que hace que se reúna un grupito de lo más variado. Tenemos una historia donde por un lado somos partícipes de cómo la policía y los cuerpos de élite intentan tomar las riendas, quedándose simplemente en eso: el intento… y el comerse la cabeza buscando pistas o gente que pueda dárselas; por otro, Carmela, que conoce a Nico, un ex de Mandel que también ha recibido información, entre la que se encuentra la tarea de ir a por Fátima, una yonqui que se encuentra ingresada en el mismo psiquiátrico donde “el sabio” se suicidó. Así vamos conociendo a personajes –unos bastante más peligrosos que otros- que no quedarían por su cuenta a tomar un café, ni de coña vaya, y sin embargo han de hacer piña por algo. Pero no sabemos qué. Ellos tampoco. Como suele ser habitual en las novelas de este hombre, cada individuo está perfilado de tal forma que el lector pueda visualizarlo (e incluso ponerle acento). Tengo que decir que, pese a lo cabrón que es, me encantó el personaje de Logan, curioso planteamiento el de la Manada, y lo mejor-peor: muy realista. Otro de los detalles que caracteriza siempre a Somoza son las ambientaciones, con las que te metes de lleno en la novela; en esta ocasión tiene episodios realmente visuales y con un toque espeluznante que me ha enamorado, si te metes en situación se te ponen los pelos de punta… sobretodo porque te encuentras como la gente sobre la que lees: sin saber qué narices pasa, ni por qué, ni cómo solucionarlo, solo sientes angustia. Me ha gustado mucho volver a leer al autor y sumergirme en una de sus historias, nunca me decepciona. Sí es cierto que he leído alguna que me ha gustado menos que otras, pero no puedo darle un NO rotundo a ninguno de sus libros, le adoro (a falta de leer 5 de sus obras, que están en la estantería esperando turno) y diría que este es una buena opción para empezar a leerle. Muy recomendable. Enlace: https://locaporincordiar.blo.. |
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