Muchas veces la expectativa acaba matando mis lecturas y en raras ocasiones ocurre lo que con esta historia corta. Ya le había echado el ojo a la obra en alguna ocasión por una tienda de excedente editorial, hasta que llegó el día en que le tocó venirse a mi casa. No conocía nada del autor, pero me gusta el estilo del dibujo, es bastante detallado, transmite, deja perderse... En una pequeña población vasca de finales de los 60, con sus hornos siderúrgicos, bajo el estricto control orden imperante, se desarrolla el día a día. Huelga en la fábrica, chavales desencantados con los métodos didácticos de la comunidad educativa, descontento en general por lo que se ansía tener y no llega, sino empeora. Cabe un poco de todo en esta corta, pero bien llevada historia. De terrorismo, a amor juvenil, de formas de matar el tiempo, a heridas no cicatrizadas de la guerra civil, de pequeñas disputas a asesinatos. |