Estaba con mi pequeño de 4 años en una librería de segunda mano. En cuanto vio la portada, me dijo que quería que le leyera Momo. A un libro nunca digo que no, así que nos lo llevamos y esa misma noche empecé a leerle. Cada día me pedía que le leyera, pero siempre empezando desde el principio (aunque su idea era que le leyera la historia entera del tirón...). Al final conseguí convencerle y hemos estado juntos siguiendo la historia de Momo y los hombre grises. A pesar de ser un cuento de 1972 es una historia muy actual. Muy interesante para adultos y para niños, en algunos pasajes me he visto a mi misma como "un hombre gris" y he reflexionado sobre el hecho de "perder el tiempo". |