Nota: 5 sobre 5
Premisa:
Mimo está destinado a ser escultor, tiene un talento desbordante, pero sus circunstancias le limitan a ser un mero ayudante. Conocerá a Viola, una aristócrata inconformista, un alma libre y enigmática, que supondrá un leit motiv en su vida. Seremos conscientes de la evolución que vivirá su relación, si la vida les recompensará por sus virtudes o no, si sus acciones tendrán las consecuencias esperadas o por el contrario, les embaucarán por derroteros inhóspitos y pedregosos.
Opinión:
Las primeras páginas de esta novela pueden resultar algo desconcertantes, pero no en el mal sentido. No sé si es la forma de escribir del autor, tan cargada de lirismo, o la forma de ambientar la trama, que te envuelve en una neblina, en un estado de embriaguez bucólico. Lo que está la claro es que Cuidar de ella es como un imán potente que va desatando su poder de atracción, de forma lenta pero segura.
Y de esta forma, a las treinta páginas te ves totalmente atrapado por Mimo y sus circunstancias, sufriendo las limitaciones del mundo que le ha tocado descubrir, añorando un futuro mejor y más justo en el que su talento sea reconocido y añorado. Te conviertes en su compañero más fiel, su hermano en la sombra.
Pero más adelante aparecerá Viola, y descubrirás que todavía no habías descubierto al imán más poderoso de toda la historia. Porque ella sí que es carismática y arrolladora, tanto que parece que ensombrece a cualquier personaje que está cerca de ella, parece que les absorbe la energía, les eclipsa su luz porque ni ella misma puede controlar su fuerza interior.
Esta relación a medio dibujar será nuestro quebradero de cabeza a lo largo de toda la lectura. Y he de decir que para mí ha sido un motivo de angustia, de desasosiego. Porque Mimo no se merecía hacerse tan pequeño ni ser seguidor de nadie. Mimo se merecía brillar por sí mismo y no tener que llorar tantas penas. Ya sé que Viola no lo hace a posta, pero es de esas personalidades tan brillantes que queman, que necesitan una señal de aviso para acompañantes, de precaución contra quemaduras y secuelas.
Otro punto a favor de esta maravilla de novela es la capacidad del autor de ensalzar las obras artísticas que se crearon en aquella época, de una forma orgánica y visual, ya que parece que puedes verlas y admirarlas solo pasando las páginas y cerrando los ojos, expectante.
Ha sido todo un viaje, con unas frases para enmarcar y con mucha enseñanza implícita. Una historia atrapante que puede tener muchas lecturas, que habla de un amor irreverente e incontrolable, de la toxicidad implícita en el deseo, del afán de superación, de la autoconfianza y las recompensas tan perseguidas como justificadas.
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