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En Thoran conviven tres reinos en aparente paz; pero también hay seres que mueven los hilos en las sombras. Los planes de algunos de ellos pondrán en riesgo el equilibrio del mundo. Con esta premisa, conocemos a los personajes que nos guían a través de esta aventura: Aawo, un molinero; Saith y Lyn, dos niños de un pequeño pueblo; Aldan, el consejero de uno de los reyes; y Hyrran, un mercenario con mucho por ofrecer. Con ellos nos vamos adentrando más y más en una historia de fantasía épica muy bien escrita; llena de acción, aventura y muchas intrigas políticas, y que atrapa cada vez más a medida que avanzas. El mundo está muy bien construido y cada reino o ciudad tiene sus particularidades políticas e idiosincrasia, dependiendo del lugar o la raza que la habite. También siguen una religión, que vamos desgranando y que resulta muy interesante. Nos plantea una época de cambios, que resuenan con acontecimientos del pasado, y algunos personajes nos van aclarando estas comparativas a medida que vamos descubriendo qué hay detrás de todo ésto, que resulta ser más complejo de lo que aparenta, y dónde entran en escena grandes juegos de poder, traiciones e, incluso, la religión, la ciencia y la magia. En cuanto a los personajes, todos evolucionan en mayor o menor medida y, en el caso de Lyn y Saith, también vamos viendo su crecimiento; cómo pasan de ser niños que se divierten en su pueblo, a tener que madurar y cambiar sus vidas. Con ellos aprendemos más sobre su mundo. Debo decir que los capítulos de Aawo son los que más he disfrutado. Y Hyrran y Aldan también me han encantado, con ellos conocemos más sobre política y temas bélicos. A parte, tenemos varios personajes secundarios, y todos me parecen muy bien construidos. Estoy muy intrigada con algunos de éstos. Este primer libro tiene un final impactante y que deja con ganas de la segunda parte. Las últimas páginas son frenéticas y te hacen preocuparte por los personajes y no poder parar de leer. + Leer más |