La casa grande de Álvaro Cepeda Samudio
No tienes tiempo para comenzar otra vez. Para decirte: aquí fue el comienzo, recordarlo, reconocerlo y saber que es el único punto de partida para la tremenda tarea de recoger los pedazos de lo que ha sido desbaratado y ponerlos nuevamente en su sitio. No tienes tiempo porque ellos no te lo van a dar. No van a dejarte días y meses para planear y buscar y solucionar. Insistirán. Te acosarán hasta que decidas: porque su liberación depende de que tú aceptes que ellos no son parte nuestra, no quieren ser parte nuestra: que no quieren ser continuación de algo que está acabado: de una casa deshabitada y terminada. Que son otro principio, un comienzo de algo que también estará destinado a perecer como todo lo nuestro: pero quieren que ese sea su privilegio.
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