La casa grande de Álvaro Cepeda Samudio
El llanto nos lo quitaron después de la infancia: el odio que no entendíamos y sobre el cual se fundó la continuidad de la familia, nos secó el llanto, nos negó el gran descanso de las lágrimas.
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La casa grande de Álvaro Cepeda Samudio
El llanto nos lo quitaron después de la infancia: el odio que no entendíamos y sobre el cual se fundó la continuidad de la familia, nos secó el llanto, nos negó el gran descanso de las lágrimas.
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