Mientras crezcan los limoneros de Zoulfa Katouh
A nuestro alrededor el mundo está en silencio, la brisa es el único sonido, el único silbido, que pasa entre nosotros. Y así, sin más, mi pánico se disipa y pienso que ojalá pudiéramos quedarnos aquí sentados, en el suelo, eternamente, en medio del refugio que han creado sus palabras.
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