La última cabaña de Yolanda Regidor
Nacemos como seres esclavos, sin libertad alguna, privados de capacidad para elegir cualquier cosa, a merced de los caprichos y la prepotencia de los adultos. Mentir es lo primero que tomamos como arma para la defensa, con tan buenos resultados que pronto lo utilizamos como ataque. Mentimos. Mentimos todos los días, incluso no teniendo a quién mentir excepto a uno mismo. Mañana no beberé. Mañana no pensaré en ella. Mañana arreglaré esa mecedora. Mañana: día del mentiroso. |