La última cabaña de Yolanda Regidor
He comprendido que el mayor vacío de un hombre es la incapacidad de huir de sí mismo, y que solo se puede escapar de uno a través de los demás; de otros seres, de otras cosas, de la fe. He encontrado a Dios en un viejo, en un lobo, en un niño, en mí. Sobre todo en mí, en mi persona con viejo, lobo, niño, bosque y arroyo, búho, estrellas, nieve y lluvia, viento y niebla, fuego, frío, fiebre, sueños y pesadillas, el olor del pan, el sonido del vino al caer en la copa, una trucha asada, Mozart y Darwin, los cuervos, llanto y carcajada, conciencia, arrepentimiento, esperanza y desprecio, un arma en la Biblia, mis pesados recuerdos y vivencias ligeras...
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