Sueño de un mediodía de verano de Yannis Ritsos
Madre, no te enfades con nosotros porque no podemos permanecer en casa. El sol nos llama. [...] ¿Cómo quitaremos, madre, la piedra que tapia tu puerta? [...] Madre, afligida madrecita, ven con nosotros al jardín para que te enseñemos ahora, a nuestra vez, a deletrear el alfabeto del sol y que poco a poco aprendas a leer las flores. Te montaremos en el lomo de un ganso salvaje y tu vestido, como una bandera en día de fiesta, ondeará al viento sobre los verdes campos.
|