Sueño de un mediodía de verano de Yannis Ritsos
Más tarde aprendiste a saludar a los hombres quitándote el sombrero y solo cuando nadie podía escucharte dabas las "gracias" a las flores. Después te apresuraste a crecer, a usar pantalón largo, a instruirte para dejar de decir "gracias", a crear una rosa donde duerme un melancólico rayo de luz en la habitación vacía del aroma. Ahora pides poder pronunciar con los mismos labios aquellas mismas "gracias" que durante tantos años pediste olvidar.
|