Quijote en el Congo: Crónica de un río ingobernable de Xavier Aldekoa
"Como el bueno de Sancho, me dejé cautivar por la nobleza de aquel Quijote líquido, incapaz a veces de diferenciar lo real de lo irreal, desesperado por momentos pero rendido a un río que llegué a amarlo con locura. Dormí a la intemperie, recorrí caminos inexplorados, visité hostales zarrapastrosos y me enfrenté a mis miedos gracias al valor prestados por los demás. Conocí a compañeros de viaje fascinantes y generosos, y también a seres malvados y violentos. caminé por pueblos perdidos y descubrí culturas lejanas."
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