Laidlaw de William McIlvanney
Tú jamás podrás volver a casa. Solo puedes caminar y ser rechazado por los lugares donde solías caminar, solo puedes ir a los edificios abandonados. Estos están sumidos en oscuras tinieblas que albergan viejos agravios, iras terribles. Son las prisiones del pasado. Allí los fantasmas son bienvenidos.
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