Cuentos de amor victorianos de Wilkie Collins
Para un necio no hay nadie mejor que él; un necio es incapaz de ver que está equivocado; un necio carece de escrúpulos, está seguro de gustar, de tener éxito, de obrar correctamente; los sentimientos ajenos le son indiferentes, sólo se respeta a sí mismo. ¿Cómo hacerle comprender a un torpe su torpeza? Una persona así es tan incapaz de ver su necedad como sus orejas. Y la gran virtud de un necio es estar siempre satisfecho de sí mismo.
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