Turbulencias de Whitney G.
—Entonces, y retomando la conversación sobre los pilotos… —Me pasó los dedos por los labios—. ¿Qué es lo que has oído? —Muchas cosas… —Cuéntamelas —me instó—. Dime qué has oído exactamente. —He oído que no se puede confiar en los pilotos, que su trabajo lo es todo para ellos y que son unos mentirosos. —Hice una pausa al notar su mano en la cintura—. Los que no están casados tienen una mujer en cada ciudad y se la follan siempre que desean. Incluso se acuestan con algunas pasajeras de vez en cuando. |