El arte de la profecía de Wesley Chu
—(…)Las lágrimas no deberían avergonzarte. Ni tampoco la derrota. Ambas pueden ser una fuente de fortaleza. Se sorbió los mocos y se sentó a mirarla. —¿No me hacen débil? Una breve sonrisa, la primera que le había visto, se dibujó en el rostro de Taishi. —Mantenerse en sincronía con nuestras emociones no es una debilidad, sino una gran fortaleza, una vez aprendas a sacarle partido. Quiero que todo te importe tanto que no puedas evitar echarte a llorar. |