Wangari Maathai fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2004. Viceministra del gobierno de Kenia en aquel momento, su principal prioridad fue recuperar y preservar la tierra para la población de su país. A través de su movimiento El cinturón verde ofrecía plantones a mujeres para que los plantaran en sus aldeas, y fueran así conscientes de lo que podían conseguir con solo plantar un árbol. El libro empieza en 1940 y llega hasta poco después de que le concedieran el Nobel. La autora hace un repaso a su vida remontándose a la influencia colonial y avanza el relato paralelamente al recorrido de Kenia hasta la democracia. Dos historias que se entremezclan, hasta llegar a convertirse en una. Maathai utiliza una prosa directa y sencilla y narra con el corazón en la mano su lucha. Una lucha que no fue fácil, pero que nunca le hizo perder la esperanza. Las páginas de este libro descubren a una mujer perseverante y orgullosa, con una voluntad de hierro y unos principios inquebrantables, que no se amilanó jamás, no se subyugó y apostó por la conciliación, la palabra y el poder de los árboles. Si como yo, desconoces la historia de Kenia más allá de los relatos de Isak Dinesen, esta es una buena opción para remediarlo; con la naturaleza muy presente, un sentimiento de arraigo y pertenencia muy profundo, una devoción absoluta a la tierra sagrada y con árboles como símbolo de paz. + Leer más |