Antoine Saint - Exupéry de Virgil Tanase
El océano de un lado, la montaña del otro, son de una belleza vertiginosa, que corta el aliento. Cuando se desencadenan las fuerzas de la naturaleza, el espectáculo es tan deslumbrante, que a uno le hace olvidar el peligro: ¡Que extraordinaria es la cordillera de los Andes! Me encontré allí, a seis mil quinientos metros de altitud, en el nacimiento de una tormenta de nieve. Todos los picos lanzaban nieve, como volcanes, y me parecía que toda la montaña comenzaba a hervir. |