El tren de los niños de Viola Ardone
Tomasino duerme como un angelito en el asiento frente al mío. Y pensar que éste le tiene miedo incluso a su sombra…Y yo, que me metí en las cloacas para pillar ratas, estoy aquí esperando que el tren se pare ahora mismo y nos deje marchar a todos. Lo único que quiero oír la voz de mi mamá que me dice que vuelva, Amerí, que me vaya para casa.
|