Un millón de gotas de Víctor del Árbol Romero
Una de las cosas que siempre admiró (..) fue su alegría, (…). Su sonrisa que lo llenaba todo de posibilidades. Esa sonrisa le hacía a uno sentirse mejor persona de lo que era.
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Un millón de gotas de Víctor del Árbol Romero
Una de las cosas que siempre admiró (..) fue su alegría, (…). Su sonrisa que lo llenaba todo de posibilidades. Esa sonrisa le hacía a uno sentirse mejor persona de lo que era.
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