Un millón de gotas de Víctor del Árbol Romero
Nadie puede imaginar hasta qué punto llega a ser retorcido el ser humano cuando se le otorga el papel de verdugo, qué grado de sadismo y placer encuentra en el martirio de sus víctimas. Su orgullo de poder, su grito salvaje. Yo he descubierto cada partícula de esa enfermedad que convierte a los hombres en monstruos.
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