Nuestra Señora de París de Victor Hugo
Es que el amor es como un árbol, un árbol que crece por sí mismo, que echa profundamente sus raíces por todo nuestro ser y con frecuencia sigue aún reverdeciendo incluso en un corazón destrozado. Y lo que es más inexplicable es que, cuanto más ciega es la pasión, con más tenacidad se mantiene. Nunca es más sólida que cuando no tiene en qué apoyarse. |